Este trabajo comenzó su gestación en agosto de 2013 y fue pensado originalmente en formato audiovisual. Su propósito inicial era registrar de qué manera familiares de distintos Detenidos Desaparecidos enfrentaron -y viven hoy- la desaparición de su ser querido, la idea buscaba mostrar diversos modos de vivenciar y enfrentar esta situación familiar: la rabia, la lucha y el legado.
No obstante, durante el proceso de investigación y filmación, Germán Grunert, uno de los participantes que representaba la resignación, comenzó una transformación personal, empezando a reconocerse en el rol de hermano de una víctima de la dictadura. Fue así como el trabajo hizo un giro, enfocándose sólo en este caso que, además, se relacionaba con otro de los objetivos: acercar la problemática de los Detenidos Desaparecidos a las nuevas generaciones. La búsqueda emocional por sobre la judicial emprendida por Germán, permitía generar empatía con jóvenes y adolescentes distantes al tema.